martes, 19 de noviembre de 2013

HÉROES DE FUEGO


             

            
            













            El intenso anaranjado del amanecer presagiaba una jornada calurosa. La naturaleza recibía al nuevo día con el singular sonido del trino de las aves y el desliz alborotado de lágrimas de polvo. En el ambiente se respiraba tristeza y sequía.
            Pablo Busse salió al patio de su casa dispuesto a alimentar a los pájaros que cada mañana lo visitaban. Inspiró profundo y observó el paisaje. El verde amarillento cubría árboles y pastizales, mientras que una gama de grises revoloteaba en torno a la brisa. Dirigió su mirada a las majestuosas sierras cordobesas, esperando deleitarse nuevamente con la espectacular vista que ofrecían, pero se sorprendió. Al filo de las mismas se distinguía una columna de humo. “Un incendio” pensó. De inmediato llamó al cuartel de Bomberos Voluntarios de la localidad de Los Hornillos y expresó su deseo de colaborar en la lucha contra el fuego. “Estoy a su disposición” dijo con ímpetu.

            Pablo es oriundo de la Ciudad de La Plata. Tiene 42 años y cuenta con una amplia variedad de profesiones en su haber: coach ontológico, administrador de empresas, practicante de aikido, piloto de aeronaves y escritor en el blog www.permitidovolar.com . No obstante, para ver realizado su afán de servir al prójimo tuvo que recorrer un largo camino. A fines del año 2012 abandonó su ciudad natal en busca de nuevos horizontes. Es así que junto a su esposa y sus dos hijos menores se estableció en Nono, un tranquilo y pintoresco pueblo con alma de artistas, colmado de historias y surcado por ríos de aguas cristalinas, que se ubica en el corazón del Valle de Traslasierra, provincia de Córdoba. Allí su ideal de aventura y prestación comenzó a tomar forma. Un frío día invernal leyó un mail enviado por la Cámara de Comercio del pueblo, que lanzaba una convocatoria para conformar el cuerpo de bomberos voluntarios del destacamento de Nono, inaugurado el pasado 2 de junio en honor al Día del Bombero. Entusiasmado, aceptó gustosamente.

            Ese martes 10 de septiembre, Pablo se propuso continuar con su rutina diaria. Por teléfono le habían dicho “Cualquier cosa te avisamos. Tenemos que esperar que baje un poco más, para que nosotros podamos llegar”. Sin embargo, un insistente pensamiento se había instalado en su mente “tengo que ir” se repetía, “algo puedo hacer”. Si bien sólo era un aspirante  que contaba con poco tiempo de entrenamiento, coraje, brío y determinación lo impulsaban a actuar. Recordaba la energía que invadía su cuerpo cuando de pibe veía películas en las que intervenían los bomberos, quienes rodeados por un aura de audacia y valentía rescataban a la gente y acometían las llamas. Estaba muy movilizado.
            Decidido se dirigió al cuartel de Los Hornillos, donde se informó más sobre el tema. El incendio tenía origen en el Valle de Calamuchita, situado al otro lado de las Sierras Grandes. Era tanta su magnitud que había logrado cruzar la cima y estaba bajando rápidamente por la falda oeste rumbo a Las Rabonas, localidad limítrofe a Nono y a Los Hornillos. También escuchó comentarios acerca de que eran muy pocas las personas con las que se contaba para subir a las cumbres. “Yo voy” dijo muy convencido. Una hora más tarde vestía un mameluco anaranjado, portaba los elementos necesarios en una mochila y para su deleite, sobrevolaba el Valle de Traslasierra en un imponente helicóptero del ejército. Estaba listo para su bautismo de fuego.
            Emprendió la drástica aventura junto a nueve compañeros, quienes comprometidos con su labor no sólo cargaban en sus espaldas líneas, mochilas de agua, frutas y bebidas, sino también valor, convicción y nobleza. Fueron 14 horas de intensa lucha. El gigante avanzaba intrépidamente, devorando todo a su paso. Árboles centenarios y flora autóctona sucumbían ante el monstruo de luz y calor. El agua no era suficiente. La sequía y las altas temperaturas complicaban aún más la situación. Los bomberos peleaban cuerpo a cuerpo contra el fuego, lo azotaban enérgicamente con chicotes, deseando que su esfuerzo dé resultado.
            Cuando el incendio parecía estar controlado, surgió otro obstáculo: comenzó a soplar viento en dirección este a unos 30km/h, factor que reavivó las llamas. Reanudaron la batalla, pero el enemigo parecía no ceder.

            “Me sentía tan vivo como el mismo fuego… -me dice con un brillo en los ojos-. Hubo momentos en los que no daba más, tenía los brazos muy cansados. Igual hay como una fuerza que te sale de adentro, que te impulsa a seguir. Te acalambras pero seguís, te duele pero seguís”. Agrega también que en todo momento se sintió cuidado por sus pares, quienes estaban atentos a todos los detalles y lo guiaban y apoyaban en la ardua tarea. “Vi un equipo muy unido, que respondía a las instrucciones de Santiago”.

            Fue justamente Santiago quien, al percibir el agotamiento del grupo, tomó la desición de regresar. El descenso fue largo y duro, la geografía del terreno y el cansancio acumulado imposibilitaban la marcha. Luego de horas de caminata, llegaron al lugar donde los esperaba la camioneta encargada de transportarlos al cuartel; allí recuperaron fuerzas con comida caliente y bebidas hidratantes. Estaban extenuados, pero su interior ardía de satisfacción y felicidad ante la certeza de haber realizado su mejor esfuerzo.

            Santiago Ramírez es jefe del Destacamento de Bomberos Voluntarios de Nono. Cuenta con una amplia experiencia al servicio de la comunidad. Comenzó hace 11 años como integrante de una patrulla que se dedicaba a la prevención y combate de fuegos chicos. Pero su prestación crecía junto con él, que por entonces sólo tenía 18 años e ingresó al cuartel de la localidad de Mina Clavero. Luego se incorporó al cuerpo de bomberos de Los Hornillos, donde actuó con éxito hasta que el destino lo trajo a su lugar de origen, Nono.
            Se refiere a su vivencia en el incendio de septiembre con el profesionalismo que lo caracteriza “Tuvo lugar en cercanías a Las Rabonas, donde fueron afectadas aproximadamente 8.000 hectáreas, en las cuales trabajamos seis días para llegar a hacer la extinción total”. Menciona que se hizo hincapié en los sectores bajos de las serranías, para evitar que las llamas llegaran a las zonas pobladas. La operación fue compleja, ya que hubo varios momentos en los que el fuego cobraba intensidad y era imposible controlarlo. Además, un terreno rico en laderas, paredones, piedras y pastizales dificultaba el accionar del equipo.
           
            Durante seis días los habitantes transerranos fueron tristes testigos del sufrimiento de la naturaleza. Miraban al cielo y rogaban por agua, por gotas que calmasen el aullido infernal de la tierra. Estaban hastiados de la sequía que imperaba en un ambiente sin lluvias desde hacía más de cinco meses. Un sinfín de sensaciones invadía sus cuerpos al tiempo que alentaban fervientemente a las diferentes dotaciones que se arrojaban con denuedo a cumplir su difícil misión.
            Con el operativo de extinción colaboraron también las entidades gubernamentales, que aportaron helicópteros, aviones hidrantes y personal especializado. Los civiles más intrépidos tampoco permanecieron ociosos, con un espíritu de hierro acataron las órdenes de los bomberos y se sumaron a la lucha. Su cooperación resultó inestimable. Una comunidad fuertemente unida donaba con ahínco materiales y alimentos.
           
            “La buena voluntad de la gente para ayudar era increíble, nunca habíamos vivido una situación de tanta solidaridad” sostiene Daniela Romano, una joven de 26 años que se desempeña como instructora de aspirantes menores en el cuartel de Los Hornillos. Con una sonrisa nostálgica relata que se unió hace 11 años motivada por las excursiones al aire libre y el contacto con el medio ambiente. A medida que el tiempo transcurría, se fue interiorizando con las actividades propias de la tarea humanitaria que definió su vocación de servicio.
            En el combate del gran foco de septiembre, Daniela cumplió un rol fundamental; se encargó de la organización del cuerpo de bomberos, brindando el apoyo logístico necesario para cumplir el objetivo. No ascendió a la zona en crisis, su tarea estuvo concentrada en la base de las sierras y en el cuartel. Registró en el libro de guardia cuantas personas subían, con qué medios de comunicación contaban, qué herramientas transportaban, quién estaba a cargo. Además informó constantemente de la situación a una sociedad alerta que se hacía eco del siniestro mediante las redes sociales. “Había que tranquilizar a la gente, informarle que estábamos trabajando. Explicarles también que algunos lugares eran inaccesibles. Somos bomberos, pero no volamos”.
            Le pregunto cómo es el vínculo entre compañeros al momento de afrontar estas penosas circunstancias. “En el trabajo surge el verdadero equipo” responde, orgullosa de pertenecer al mismo.
           
            El incendio que azotó a este sector de Traslasierra finalmente fue controlado el domingo 15 de septiembre, cuando la tan anhelada lluvia se hizo presente. Pero el alivio fue total al día siguiente. Para diversión de los niños y sorpresa de los adultos una intensa y copiosa nevada cubrió de blanco valles y serranías. Fue un regalo del cielo que llegó en el momento justo. Los copos invadieron la zona afectada. Luego del rastrillaje y la guardia de cenizas correspondientes, los bomberos pudieron al fin descansar.


                       
            Pablo narra su experiencia con sencillez y emotividad. “Me gusta sentir que servís”, dice convencido de su labor. Aunque todavía permanece incrédulo ante las muestras de agradecimiento de algunos pobladores, que lo ven en la calle y se acercan a felicitarlo y estrechar su mano.
           


            Es domingo 10 de noviembre. Ya han pasado dos meses de aquel terrible incendio. Pablo lo recuerda como una aventura inolvidable que marcó un hito en su espíritu. Extasiado de memorias se sube a su camioneta y se dirige al lugar de prácticas. Está entusiasmado ante la perspectiva de reencontrarse con sus compañeros, con aquellos héroes anónimos en los que se puede confiar en todas las circunstancias de la vida. El vehículo avanza pesadamente por las calles polvorientas, al tiempo que la naturaleza brilla de un atardecer color fuego.  

lunes, 5 de agosto de 2013

Manifestación estudiantil interrumpe el tránsito

Tiene lugar en la avenida principal de la ciudad de Córdoba. Los alumnos reclaman por mejoras en las condiciones edilicias.




A la hora 11:30 del día lunes, un grupo de estudiantes secundarios pertenecientes a cinco establecimientos distintos, se dieron cita en la Avenida Colón para marchar en repudio a las malas condiciones que presentan los edificios a los que asisten.
Como consecuencia de esta movilización, el tránsito vehicular se ha visto momentáneamente interrumpido, generando un gran caos en el centro de la ciudad. Esto ha derivado en la queja de automovilistas, choferes del servicio urbano e interurbano de pasajeros, peatones y comerciantes de la zona. Según informaron fuentes policiales, la tensión entre manifestantes y transeúntes se agudiza con el correr de las horas.
 



En diálogo con Juan Pablo Bustos, presidente del centro de estudiantes de una de las instituciones involucradas, el IPEM n°120, él nos informó: "la semana pasada se cayó parte de una mampostería en un aula, los baños están rotos y una pared del colegio está electrificada". Bustos también agregó que han notificado al Ministerio de Educación de la Provincia dicha problemática, pero que aún no han recibido respuesta.
Los cinco estudiantes que lideran la marcha informaron a través de las redes sociales Facebook y Twitter que la misma se extenderá hasta las 20 horas, culminando con un acto en la plaza central.





miércoles, 26 de junio de 2013

Tras las huellas del Cura Gaucho



Pronta Beatificación del sacerdote cordobés. Una comunidad integrada y relacionada con redes sociales, se apronta a vivir el despertar de la fe.



     El próximo 14 de septiembre el pueblo transerrano de Villa Cura Brochero (cabecera del Dpto. San Alberto, provincia de Córdoba) será protagonista de un hecho histórico, cultural, y religioso trascendental para todo Traslasierra. Nos referimos a la beatificación de su querido “cura gaucho”, José Gabriel del Rosario Brochero (de ahí el nombre de la villa).
      La comunidad transerrana se prepara animosa a recibir miles de visitantes nucleados bajo el lema de turismo religioso.
      Se sabe que es muy importante el uso de las redes sociales para actualizar la organización de dicho evento que involucra entes religiosas como el Vaticano, el Obispado; all área gubernamental, nacional, provincial y municipal; y  a la prensa en todas sus modalidades (diarios, revistas, Internet, redes sociales, medios televisivos y radiales; siendo los últimos los más usados por el público del lugar).
      A principios del corriente mes el secretario de cultura del municipio brocheriano, profesor Alberto Guzmán, en diálogo con periodistas y miembros del Centro de Turismo y Comercio aledaños, policías, bomberos, y público afín; mencionaba el apoyo que brindan las redes sociales a la organización, difusión, promoción y comunicación entre las instituciones que se aúnan para que éste acontecimiento se realice exitosamente.
      Asimismo el diácono Ángel Lasala, a cargo del evento religioso, acotó que sigue a diario redes como Facebook o Twitter para actualizar novedades pertinentes al caso. Además mencionó los pormenores de los milagros demostrados científicamente para que el Vaticano tome la desición de beatificar a este sacerdote que desempeñó fielmente su misionado en el Valle de Traslasierra entre 1880 y 1914, siendo este último el año de su fallecimiento a causa de la lepra adquirida por atender física y espiritualmente a sus fieles enfermos.
      El presbítero Licenciado Jorge Agustín Frigerio, brindó en el mes de mayo, en la cátedra que tiene a su cargo de la Diplomatura en Turismo Religioso que se da en la localidad de Nono, una conferencia magistral de la vida y obra de un cura sin precedentes; como así también, de los milagros ocurridos posteriores a su deceso físico. Es muy extenso el comentario de Frigerio, por tal motivo menciono su dirección de correo electrónico para que los interesados puedan acceder al mismo: jorgeafrigerio@gmail.com
      Felicito a todos los cordobeses, y en especial a los relacionados en este vivir en la fe heredado de su pastor el cura gaucho.

La siguiente fotografía representa una de las "estampitas" del Cura Brochero


Fuentes de información: Municipalidad de Villa Cura Brochero, Municipalidad de Nono, Centro de Turismo y Comercio, Policía de Córdoba.
Fuentes bibliográficas:
- Liliana De Denaro, “Tras las huellas del Venerable Brochero”, 2007
- Sor María Nora Díaz Cornejo, “Un santo para nuestro tiempo” Ed. San Pablo, 2007
- Felix Luna, “Breve historia de los argentinos” Ed. Planeta
 Imágenes: Extraídas de una estampa y del apunte "Diplomado en Turismo Religioso" de Gabriela Talamonti



Nono en redes sociales

Graciela Cáseres, coordinadora del CTC del pueblo, nos brindó su opinión sobre el tema: “Todo lo que sea comunicación, es bueno” señaló.






El CTC de Nono nace como proyecto allá por el año 1998 de la mano de su coordinadora Graciela Cáseres, a raíz de una propuesta del estado nacional a través de su secretaria de comunicación, bajo el Programa Nacional para la Sociedad de la Información.
Actualmente, es el único de la zona. Está ubicado frente a la plaza del pueblo.


- ¿Qué opina acerca de las redes sociales?

- Bueno yo creo que las redes sociales han venido a cambiar, de alguna manera, el uso de la gente, la aproximación de la gente a las nuevas tecnologías. Lo han simplificado por el hecho de que la gente relacionándose le cuesta menos incorporarse y empieza a manejar otras herramientas por el interés de usar estas redes sociales.

- Aquí en el CTC de Nono ¿son utilizadas a menudo?

- Todo el tiempo, todo el tiempo. Sobre todo la gente que viene a estudiar algo o a relacionarse con alguien por una cuestión de estudio, usan las plataformas que vienen desde las universidades que también tienen sus propias redes sociales. Y después todos sabemos que todos tenemos un Facebook o todos queremos participar de linkedinks si somos profesionales o tenemos alguna necesidad de conseguir trabajo por ejemplo. Así que si, todo el tiempo. Se usa mucho.


- ¿Considera que cumplen un rol importante en la difusión de los proyectos del CTC?

- Si, si. Indudablemente que hay otros, hay muchos espacios en los que uno puede difundir proyectos. Por supuesto que sí, que es una de las maneras. Pero bueno también las páginas, nuestros blogs, todo eso también suma. Todo suma.


- Se dice que en estos últimos años, Nono ya no tiene un turismo estacionario sino más bien permanente. ¿Cree usted que las redes sociales han impulsado este cambio?

- Mmm… me parece un poco exagerado decir eso. Creo que han ido cambiando muchas condiciones sociales en el país que han permitido que la gente se mueva de otras formas en el turismo y las redes sociales pueden haber contribuido a la comunicación de eso. Creo que sí, que contribuyen pero no son un factor primordial.

- Antes se sostenía que eran los jóvenes los que hacían mayor uso de estas aplicaciones. Actualmente ¿sigue esa tendencia o se ha revertido?

- Los jóvenes son cada vez más jóvenes y los grandes son cada vez más grandes. O sea que es todo el mundo que las usa. Se ha roto ese mito de que eran los jóvenes nada más. Mucha gente de distintas edades usa las redes sociales.

- En el ámbito personal, usted ¿las utiliza seguido?

- Si, diariamente. Como casi todo el mundo de acá.


- ¿Qué es lo que más le interesa de las mismas?

- A mí lo que más me interesa es a veces cuando hay una discusión sobre algún tema interesante o alguna reflexión de gente que conozco, que pienso que pueden hacer buenas reflexiones sobre algunos temas. Pero no pierdo mucho tiempo, lo hago medio rápido, medio automáticamente.

- Si tuviera que destacar un aspecto negativo de las redes sociales ¿cuál sería?

- Y por supuesto el cuidado que debemos tener con los chicos ¿no? Porque yo a veces veo chicos muy chicos que inclusive dicen “me lo abrió mi papá”, “me lo abrió mi mamá al facebook”. Y tenemos que controlar y enseñarles a los chicos que se cuiden, de que sus amigos sean realmente sus amigos conocidos además; o sea no gente virtual que no saben ni quien es. Creo que ese puede ser un aspecto negativo que hay que cuidar, que cuidamos mucho.


- ¿Y un aspecto positivo?

- Y bueno, la comunicación en sí. Todo lo que sea comunicación, es bueno.

 A continuación los invito a escuchar la entrevista:




 Imágenes del CTC








El CTC de Nono, único laboratorio comunitario de Traslasierra.


Nono cuenta con un lugar mágico, un lugar de comunicación, de conexiones, un centro de reunión. Es como esas esquinas donde nos citamos para encontrarnos, es el referente donde juntarse para charlar, para conectarnos a internet, para capacitarnos, para aprender.
Allí se unen todas las edades, los niños a hacer la tarea del colegio, los adolescentes a conectarse a las redes sociales, los universitarios que estudian a distancia, los adultos para no quedar mas atrasados que sus hijos en los temas de informática y además recibir capacitaciones especificas, y los ancianos para dejar de ser analfabetos digitales y poder estar en contacto, a través de la Web, con esos hijos que migraron y están lejos.
Generaciones completas se han capacitado en este espacio, han crecido aquí, y se han desarrollado gracias a él.
No hay nada más acogedor que entrar, y encontrarse con la sonrisa cálida de Graciela, su coordinadora, y su siempre dispuesta vocación de servicio para solucionar todos los problemas que estén a su alcance.
Es un lugar distinto, que hace a Nono único, puesto que esto no se repite en las comunidades cercanas.
Ese lugar es el Centro Tecnológico Comunitario, más conocido como el CTC.



El CTC de Nono, nace como proyecto allá por el año 1998 de la mano de su coordinadora Graciela Cáseres, a raíz de una propuesta del estado nacional a través de su secretaria de comunicación, bajo el Programa Nacional para la Sociedad de la Información, y se concreta en octubre de 1999, en un pequeño lugar, de este pequeño pueblo.
Su primer objetivo fue alfabetizar tecnológicamente a la comunidad, y hoy en día no solo lo sigue cumpliendo, sino que lo profundizo, se multiplico y se transformo en un centro de referencia conocido a nivel nacional e internacional, haciendo conocer a Nono mucho más allá de nuestras fronteras.
El CTC ha fomentado y facilitado el uso de las tecnologías digitales en la comunidad, con énfasis en tres campos: educación, emprendimientos e inclusión social, con el fin de apoyar los procesos de desarrollo y dando respuestas a las necesidades y restricciones locales.
Sus acciones persiguen tres premisas: una de ellas se refiere a la conectividad y propone mejorar los niveles de acceso para fortalecer los vínculos comunitarios. Otra se centra en la capacitación y plantea brindar oportunidades de acceder al manejo especializado de dichas tecnologías. La tercera premisa pone el foco en la apropiación social de las tecnologías, con el fin de que sean incorporadas en la cultura local como medio de desarrollo social, cultural y económico.
En los primeros años las principales actividades eran facilitar el acceso material (computadoras) y brindar alfabetización digital. Con el tiempo alcanzaron la meta de capacitación en el manejo especializado de estas tecnologías y lograron un equipo competitivo, que funciona en red con soporte virtual.
A través de estos han logrado ganar concursos y subsidios del Fondo Fiduciario de Promoción de la Industria del Software (FONSOFT), programa altamente competitivo del Ministerio de Ciencia, tecnología e Innovación Productiva (MINCYT).
Además de todo lo mencionado anteriormente, este centro tiene un acuerdo con la Universidad Nacional del Litoral (UNL), provincia de Santa Fe, quien posee una variada oferta en esa modalidad y lo hace complementando el formato virtual con 115 Centros de Apoyo ubicados en 14 provincias del país. Mediante el citado acuerdo, el CTC se convirtió en uno de esos Centros de Apoyo y la comunidad de Nono pudo acceder a la educación superior.
También poseen un acuerdo de cooperación con el Laboratorio de Investigación y Formación en Informática Avanzada (LIFIA), Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional de La Plata (UNLP), provincia de Bs. As. Una de sus iniciativas que llevan adelante con este, es el Proyecto Televisión y Contenidos para Televisión Digital Interactiva, dedicado a crear programación televisiva propia.
En la actualidad por el CTC circulan alrededor de 60 personas por día.
En este 2013 está desarrollando una oferta de 20 cursos, incluidos los que brinda la UNL. Entre los cursos propios se incluyen, entre otros, producción de sonido, sonido e impresión 3D, Scratch para niños y jóvenes, y contenidos para TV digital. Así también ha sido reconocido como uno de los mejores Living Labs (laboratorios vivientes), el país. Estos también son llamados laboratorios ciudadanos y son lugares que poseen metodologías inéditas que tienden a promover la innovación social y tecnológica, y así, contribuyen a disminuir inequidades y asimetrías sociales de distinto tipo.
Para 2014, junto con el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de la Ciudad de Córdoba, están trabajando en el Proyecto Festival “Nono, el arte digital”, que abarca un conjunto bastante amplio de manifestaciones artísticas como videoarte, arte de transmisión, instalaciones multimedia, arte interactivo, net art, etc...




 En el siguiente audiovisual podemos ver plasmado lo redactado anteriormente:


Video extraído del blog ctc239nono.blogspot.com.ar
Fuentes: Municipalidad de Nono, personal y documentos del Centro Tecnológico Comunitario del mismo pueblo.